
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha condenado en un mensaje publicado en redes sociales el nuevo ataque masivo ruso lanzado en la noche del jueves a este viernes con más de 400 drones y 40 misiles, que ha matado a cuatro personas, entre ellas tres trabajadores de los servicios de rescate que acudieron a extinguir los incendios en Kiev, y ha causado medio centenar de heridos. Se trata de una de las mayores cantidades de drones registradas en un solo ataque.
“Han atacado casi toda Ucrania: las regiones de Volinia, Leópolis, Ternópil, Kiev, Sumi, Poltava, Jmelnitski, Cherkasy y Cherníguiv”, ha escrito Zelenski en sus redes sociales, donde también ha publicado fotografías de zonas residenciales afectadas por el bombardeo. Zelenski agrega que “algunos de los misiles y de los drones fueron derribados” pero que “no todos fueron interceptados”.
Según el parte de la Fuerza Aérea ucraniana, Rusia lanzó un total de 407 drones, entre drones de ataque ‘Shahed’ y réplicas sin explosivo de éstos, de los que 199 drones kamikaze fueron neutralizados. Por lo que respecta a los misiles, los rusos emplearon seis misiles balísticos Iskander-M o KN-23, 36 misiles de crucero Kh-101, 2 misiles de crucero Iskander-K y un misil Kh-31P.
Ucrania pudo derribar cuatro de los misiles balísticos (los otros dos no alcanzaron sus objetivos, según el parte), 30 de los misiles de crucero Kh-101 y los 2 misiles de crucero Iskander-K.
La Fuerza Aérea ucraniana ha informado sin especificar las infraestructuras alcanzadas que hubo impactos directos en 13 localizaciones. Los fragmentos de los drones y misiles interceptados cayeron en otras 19 localizaciones.
“Rusia debe pagar por esto”, ha escrito también en su mensaje Zelenski, que dice que “ahora es exactamente el momento” en el que EEUU, Europa y otros países del mundo deben “parar esta guerra juntos mediante la presión sobre Rusia”.
“Si alguien no ejerce presión y le da más tiempo a la guerra para matar gente, esto es complicidad y responsabilidad”, ha aseverado Zelenski, que en las últimas semanas ha hecho repetidas alusiones veladas a la falta de medidas de la administración del presidente Donald Trump para forzar a Rusia a aceptar el alto el fuego que piden Kiev, sus socios europeos y la propia Casa Blanca.
El de este jueves es el primer ataque masivo combinado con drones y misiles, incluidos misiles balísticos, que lanza Rusia después de que una operación ucraniana destruyó decenas de aeronaves de la aviación militar rusa el pasado domingo.
El Ministerio de Defensa de Rusia, que suele negar los ataques a civiles, ha asegurado que en su ataque masivo solo apuntó contra objetivos militares “en respuesta a los atentados terroristas del régimen de Kiev”. No está claro si se refiere a la operación encubierta ucraniana contra las bases de aviación estratégica, ya que Vladímir Putin culpa de “terrorismo” a Kiev por el descarrilamiento de dos trenes el pasado fin de semana con un saldo de siete muertos y más de un centenar de heridos.
También este viernes, Rusia ha informado del derribo durante la pasada noche sobre varias regiones del país de 174 drones ucranianos.