Hay que reconocer que se medía al Salzburgo, un equipo que fue antepenúltimo en la fase de liga de la Champions y no pasó del … subcampeonato en la Bundesliga austríaca, pero el Real Madrid tiene motivos para el optimismo a tenor del buen partido que completó frente a los ‘toros rojos’ en el cierre de la fase de grupos del Mundial de Clubes. El conjunto de Chamartín mostró orden, compromiso colectivo y pegada para atar el primer puesto del Grupo H, lo que le emparejará el martes con la Juventus en octavos de final de un torneo que constituye una prematura reválida para Xabi Alonso. El tolosarra ha tenido poco tiempo para implementar el nuevo libreto, pero lo cierto es que su equipo empieza a tocar la música que tanto le gusta al técnico.
Después de mantener de salida, tanto en su estreno contra el Al Hilal como en el duelo celebrado cuatro días después frente al Pachuca, ese 4-3-3 que caracterizó la andadura del Real Madrid a lo largo de las últimas temporadas, si bien tuvo que enmendarlo de inmediato ante el cuadro mexicano a causa de la tempranera expulsión de Asencio, Xabi Alonso recuperó para su tercera cita a los mandos del Real Madrid el esquema con tres centrales y dos carrileros largos que tan buenos resultados le dio durante su etapa en el Bayer Leverkusen y a los blancos les sentó bien el experimento.
El Real Madrid ganó claridad en la salida desde atrás con Tchouaméni empotrado en el eje de la retaguardia junto a Rüdiger y Huijsen, aceleró las acciones en el centro del campo gracias al juego al primer toque de Arda Güler, al que Xabi Alonso quiere en la base de las acciones para que el turco opere como motor del Real Madrid, y aprovechó la verticalidad de Vinicius, así como el trabajo incansable y el olfato de Gonzalo, para noquear a un manso Salzburgo. Fue un ensayo general, aunque frente a un adversario de menor calibre, del plan maestro con el que el nuevo estratega del Real Madrid aspira a cumplir esa promesa de encender al madridismo que lanzó el día de su regreso a la ‘casa blanca’.
No parece osado aventurar que la alineación que dispuso Xabi Alonso para destrozar al Salzburgo en Filadelfia está bastante cerca del once tipo que tiene en mente el preparador guipuzcoano de cara a la campaña venidera. Aunque la flexibilidad táctica es uno de los sellos característicos de la filosofía del nuevo míster del Real Madrid, al que no le duelen prendas a la hora de reformular el sistema sobre la marcha con el fin de adaptarse a los distintos escenarios de partido que se le presentan, la configuración de la plantilla se antoja óptima para ese 3-5-2 por el que apostó durante la madrugada del jueves al viernes en el Lincoln Financial Field de Filadelfia.
Con dicho dibujo, Tchouaméni y Huijsen pueden armar el juego desde atrás sin necesidad de recurrir a balones en largo, Trent y Fran García –o Álvaro Carreras, en caso de que las negociaciones con el Benfica para incorporar al ferrolano acaben cristalizando una vez finalice el Mundial de Clubes- se convierten en dos centrocampistas más en fase ofensiva y los dos delanteros contribuyen a la presión elevada, sin necesidad de que ese trabajo les suponga un excesivo desgaste porque no tienen que recorrer tantos metros hacia atrás.
Pero el fútbol, tal y como repetía una y otra vez Carlo Ancelotti y resalta también Xabi Alonso, es una cuestión de equilibrio. Para lograrlo tiene que haber un sistema trabajado pero, sobre todo, debe existir compromiso colectivo. Y aunque aún es pronto para decirlo, todo apunta a que Xabi Alonso está en camino de conseguir que todos se remanguen. «Hay una jugada en la segunda parte en la que es espectacular el repliegue del equipo tras un córner y es importante el sacrificio de todos. Sin eso es imposible hoy en día», destacó al término del pleito contra el Salzburgo el tolosarra, quien no admite excepciones en este sentido. No las hay con Vinicius, que cumplió con la parte que le tocaba en Filadelfia, lo que ayudó a ver a un Real Madrid más compacto, y no debe haberlas tampoco con Mbappé, cuyo regreso ansía Xabi Alonso para completar la foto.
Gonzalo acumula méritos
La vuelta del francés relegará inevitablemente a Gonzalo, quien, sin embargo, se está ganando un sitio en los planes de Xabi Alonso para la próxima temporada. El vasco está encantado con los servicios que está ofreciendo el canterano, cuya picadita en el gol que sentenció la riña con el Salzburgo fue digna de quien hasta hace unas semanas fue su maestro en el Castilla. «Es el típico nueve que me recuerda en muchos aspectos a Raúl: siempre bien colocado y con ética de trabajo», resaltó Xabi Alonso, quien deberá tomar una decisión pronto respecto al futuro del delantero madrileño.
Aún más delicado es el posicionamiento que tendrá que adoptar con Rodrygo. El horizonte para el ’11’ se oscurece más cada día que pasa. Tras quedarse sin minutos contra el Pachuca, volvió a ser suplente frente al Salzburgo. Aunque esta vez sí saltó al césped en la segunda parte, si Xabi Alonso consolida su apuesta por el 3-5-2 quedaría contra las cuerdas porque las dos plazas de la delantera serán para Vinicius y Mbappé. Todo lo contrario ocurre con Arda Güler, quien se perfila como una pieza fundamental en el centro del campo junto a Valverde y Bellingham. Sin fichajes a la vista para la sala de máquinas, el otomano está demostrando capacidad de sobra para llevar la batuta.