Medio partido bastó para cerrar con goleada el encuentro más publicitado de los octavos de final, que enfrentaba al PSG con el Inter Miami. El campeón de la Champions contra el campeón de nada, colado por la organización como reclamo de taquilla. Pero seamos justos: no es el peor equipo que ha pasado por el campeonato, ha llegado con dignidad hasta los octavos y nos ha permitido ver unas gotitas más de Messi, al que ya espero para el próximo Mundial, que sería el sexto suyo. Hoy por hoy, la razón de ser del Inter Miami es ofrecerle a Messi un biotopo propicio para alargar su carrera y eso lo está cumpliendo. Se agradece.
Para que esté a gusto le acompañan tres de sus viejos cuates en el Barça. De Luis Suárez ya queda poco; por decirlo mejor, sólo queda el bronquista, aunque sin los excesos de otro tiempo. En todo se envejece. Busquets lo pasa mal en un equipo sin balón. Pero Jordi Alba sigue luciendo cerca del genio, se ven sin mirarse, mantienen viva aquella pequeña sociedad que fueron creando y perfeccionando con los años. Esos encuentros y cualquier otra cosa que hiciera Messi justificaron la presencia del Inter Miami en el partido. Pero una cosa es una cosa y otra cosa son dos cosas, y aquello sólo podía resultar en goleada del PSG.
Y gracias a que se apiadó. Los de Luis Enrique salieron a dejar las cosas claras, con presión y nervio más la calidad bien conocida en todos y cada uno de sus hombres. El PSG viene a tener uno de los tres mejores del mundo en cada puesto, movidos por el jugador más lúcido del momento, Vitinha. Esa superioridad fue destilando de forma natural los cuatro goles con los que en la primera mitad quedó decidido el pleito. Luego, por piedad o por cálculo, el campeón europeo aflojó. Luis Enrique aprovechó para repartir minutos y sacar de paso a Dembélé, hasta ahora ausente. Y así pudimos disfrutar un poquito más de Messi.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
Inicia sesión para seguir leyendo
Sólo con tener una cuenta puedes leer este artículo. Es gratis
Gracias por leer