
El Atlético de Madrid dice adiós al Mundial de Clubes 2025. Lo hace con una victoria estéril ante Botafogo (1-0), insuficiente para avanzar en este torneo tras el triunfo del Paris Saint-Germain frente al Seattle Sounders (0-2). Un gol de Antoine Griezmann en el minuto 87 desató un amago de esperanza, pero llegó demasiado tarde: al equipo de Simeone le hacían falta tres tantos para obrar la clasificación y solo llegó uno.
El escenario no podía ser más icónico: el gran Rose Bowl de Pasadena. Entre cánticos cariocas, el Atlético se enredó en su propio desconcierto y el muro brasileño ayudó en la faena. Ni siquiera el simbólico ramo de margaritas rojiblancas colocadas por el delantero francés en el córner derecho del estadio antes del encuentro pudo cambiar el desenlace del mismo. Mientras tanto, desde Seattle el PSG hacía su trabajo.
Hicimos los mismos puntos que el campeón de Champions y que el campeón de la Libertadores y nos quedamos fuera. Es la parte hermosa del fútbol, que te dice que estamos cerca, porque estamos bien, porque competimos bien, pero nos falta algo más || Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid
Simeone apenas tocó el once inicial: Lenglet y Gallagher como novedades. Pero el plan no carburaba. Botafogo, campeón de la Copa Libertadores y un equipo curtido en el sufrimiento, se mostraba sólido y letal al contragolpe. A los diez minutos, Jefferson Savarino avisaba con un mano a mano que Jan Oblak salvaba con reflejos de élite.
Mientras tanto, el Atlético acumulaba posesión pero no ideas. Conor Gallagher y Pablo Barrios probaron suerte tímidamente, pero el portero brasileño ni se despeinó. Julián Álvarez, el más insistente, cayó en el área por una zancadilla en el minuto 24. Sigan jugando. Luego, un planchazo le dejó sangrando la rodilla. Tampoco hubo nada. Y en el 43′, un pisotón parecía definitivo, pero tras revisión del VAR, el árbitro mexicano César Ramos vio falta previa de Alexander Sorloth. Expediente X en Pasadena.
Artur (7) y Pablo Barrios (8) luchando por un balón durante el encuentro | EFE
El descanso llegó con el 0-0 en el marcador y la certeza de que el Atlético necesitaba un milagro. Además, Kvaratshkelia había adelantado a los parisinos en el otro choque del grupo B (0-1), apeando así al Atlético de los octavos de final del Mundial.
Y entonces, Simeone agitó el banquillo. Entró Griezmann -que en sus últimos 19 partidos no había conseguido ver puerta- y con él se encendió esa chispa. El equipo rojiiblanco se volcó al ataque. Julián Álvarez apretaba más, Sorloth rondaba el área, De Paul disparaba -a las nubes- y el reloj seguía su curso. Mientras, Oblak sostenía atrás al equipo con paradas salvadoras, como una mano felina a remate de Igor Jesús.
Griezmann despierta, pero el Atleti se despide de Estados Unidos
Y en el minuto 87 llegó el estallido. Pase raso de Julián y remate de Griezmann, casi de espaldas, para marcar el único tanto del partido. El Rose Bowl rugía con un mínimo halo de esperanza. Pero no bastaba. Con Hakimi colocando además el 0-2 a favvor del PSG en Seattle, al Atlético le faltaban dos goles y apenas quedaban segundos.
Antoine Griezmann (7) anotó el único tanto del encuentro ante Botafogo | EFE
Pero no hubo tiempo para más. El Atleti termina tercero del Grupo B, empatado a seis puntos con PSG y Botafogo, pero con peor diferencia de goles que ambos clubes clasificados a los octavos. Aquel inicio fatídico ante los franceses, con un 4-0 en contra demoledor, pesó como una losa imposible de levantar. Las victorias frente a Seattle y Botafogo solo sirven para maquillar una eliminación prematura que obliga a los de Simeone a hacer las maletas y volver antes de lo esperado a Madrid.
El arbitraje, que dejó sin sancionar tres penaltis claros este lunes, ha sido una de las cuestiones más pronunciadas por los rojiblancos. Pero más allá de las decisiones polémicas, el Atlético no encontró el fútbol necesario para sobrevivir en América.